Es necesaria la despolitización del Consejo Rector para devolver al IVAM la independencia y profesionalidad que lo caracterizó en sus inicios. Un órgano al que deberían integrarse profesionales cualificados elegidos por concurso público, con un jurado integrado únicamente por profesionales del sector no vinculados al IVAM. Del mismo modo, el rigor y la transparencia deben ser la norma en una institución pública, y el caso que nos ocupa debe pasar por una auditoría externa de las cuentas del museo, que informe detalladamente de la gestión económica llevada a cabo durante este periodo para que la ciudadanía tenga conocimiento de en qué se han gastado los recursos públicos. Debido al antecedente que representa el agujero económico dejado en el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana por Consuelo Císcar, conocido tras su salida del cargo que anteriormente ocupó como Secretaria Autonómica de Cultura, es necesario conocer las facturas pendientes de pago así como los detalles relativos a los compromisos que puedan afectar a la programación, pues esos aspectos tienen consecuencias en el presupuesto futuro del IVAM.
Debemos evitar que continúe el descontrol en el IVAM, para que deje de ser entendido como una plataforma de beneficio personal para su cúpula directiva y allegados. El IVAM tiene que volver a ser interpretado como un servicio a la ciudadanía y como una plataforma que fomente el desarrollo del tejido creativo de la región, mediante una política de adquisiciones responsable, un programa expositivo de calidad y un trabajo riguroso en cuanto a la investigación artística. Es hora de cambiar el rumbo del museo y que recupere su función social, donde se contemple el respeto tanto a los profesionales del arte como al contribuyente, y donde la mecánica de funcionamiento pase del amiguismo y el lucro particular a lo que en el sector del arte se conoce como «buenas prácticas», basadas en la transparencia, el respeto a los derechos de los creadores y la honestidad profesional.
Ante este cambio de horizonte, las asociaciones profesionales del sector de las artes visuales, críticos, artistas y galeristas advertimos que otros museos y centros de la Comunitat Valenciana tampoco están siendo gestionados en base a unas buenas prácticas profesionales. La destitución de Consuelo Císcar, con la convocatoria de un concurso público internacional cuya imparcialidad y apartidismo todavía está por ver, representa tan solo el comienzo de lo que debería de ser un cambio de rumbo en la política cultural valenciana.
—Associació Valenciana de Crítics d’Art (AVCA)
—Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC)
—Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunitat Valenciana (LaVAC)